Procrastinar no es un asunto de holgazanería, sino de manejo de las emociones.
Procrastinar significa posponer o aplazar tareas, deberes y responsabilidades por otras actividades que nos resultan más gratificantes pero que son irrelevantes.
La procrastinación puede tener un impacto negativo en tu salud mental y emocional. Puede aumentar el estrés y la ansiedad, disminuir la autoestima y la motivación, y llevar a sentimientos de culpa y frustración.
Es importante trabajar en la autoestima y la confianza en uno mismo para abordar la procrastinación. Talleres cómo éste, te dan la oportunidad de descubrir cómo hacerlo.