Los grupos de autoayuda desempeñan un papel fundamental en la recuperación de las personas adictas. Aunque hay muchos programas de rehabilitación accesibles y eficaces para personas con trastornos por consumo de sustancias, menos del 10% de los adictos siguen una rehabilitación.
Los grupos de autoayuda son una alternativa muy valiosa y ofrecen una serie de ayudas y beneficios que pueden influir significativamente en el proceso de recuperación de la persona dependiente y de su familia.
¿Cómo pueden ayudar estos grupos?
Espacio seguro de desahogo
Lugar donde puedes hablar abiertamente de tus retos, frustraciones y triunfos en un entorno seguro y sin prejuicios. Compartir estas emociones puede proporcionar alivio y reducir el aislamiento. Favorece la adherencia al grupo y a la rehabilitación.
Aprender habilidades de afrontamiento y fomentar la resiliencia.
Los miembros adquieren valiosas herramientas para controlar los antojos, los desencadenantes, la impulsividad y el estrés sin recurrir al consumo de sustancias. Habilidades sociales fundamentales para prevenir las recaídas y aprender a vivir en sobriedad.
Estos grupos ayudan a las personas a desarrollar su resiliencia y a valorar el esfuerzo.
Comprender la enfermedad de la adicción
Los grupos de autoayuda educan a sus miembros sobre la adicción como enfermedad, reduciendo la autoculpabilidad y fomentando la autocompasión.
Promover estilos de vida saludables
Los grupos de autoayuda hacen hincapié en el bienestar integral, animando a sus miembros a adoptar estilos de vida más saludables que abarquen la salud física, mental y emocional.
Apoyo familiar
La rehabilitación de la persona que convive con el adicto es fundamental para alcanzar la estabilidad familiar, ayudándoles a comprender la adicción y a desarrollar formas más sanas de apoyar a sus seres queridos.