Erase una vez una puerta,
Formaba parte de una vivienda
Tenía treinta años y muchos arañazos
Su aspecto actual era de recién barnizada
No se veía mal
Seguía cumpliendo su función aunque no cerraba perfectamente
¿Quién le hizo los arañazos?
Se lo hicieron todos los miembros de la familia
Se lo hicieron también los extraños
El padre puso de su parte
La madre hizo otro tanto
Los hijos ayudaron mucho
A pesar de todo la puerta no se cambia
Se cuida, se pinta, se repara con cera de vez en cuando
Se mira por ella porque es necesario.
¡También se podría sustituir por otra nueva ¡
Otra que no esté arañada
Otra que no se arañe tanto
Mas bonita y que cierre bien
Que sea de buena calidad
Aunque cueste muy cara
Durante un tiempo admiraremos su belleza
¿No se arañara nunca?
Con el paso del tiempo sí
Nada permanece radiante de por vida
Todo se deteriora
¿Está la puerta para cambiarla o tiene arreglo ésta?
Tengamos cuidado con la puerta
Procuremos no dañarla más
Cada arañazo empeora su aspecto
Puede que llegue el día que nos cansemos de verla
Nada es perfecto
Quita la palabra puerta y coloca en su lugar la palabra pareja.
Pienso que nuestra pareja es como la puerta de mi baño
Vieja, arañada, dura, noble, resistente, calida, y sobre todo……..
¿¿¿Reparable???
Miguel, el de la puerta
Miguel Moya
Marbella 10 de Marzo de 2005